Pero el Confederal resultó ser una puesta en escena para emboscar a nuestros delegados con patotas que responden a las órdenes del Consejo Directivo Nacional y fraguar lo que debería haber sido una instancia democrática de debate sobre el ATE que queremos todos. En la entrada del Hotel encontramos un cerco de matones que impedía el ingreso a los delegados y que se abalanzó sobre ellos violentamente, agrediéndolos con golpes de puño y objetos contundentes. Desde el primer piso del edificio individuos sin identificación rompieron tres vidrios del ventanal del Hotel, cuyos cristales cayeron esparcidos en la cabeza del tumulto de delegados que intentaba entrar.
Al no poder detener a los delegados que ingresaron, la patota se retiró y pudimos verificar que en el auditorio en el que iba a transcurrir el Confederal no había delegados de ningún otro espacio esperando participar del encuentro. Se había tratado de una emboscada con la única finalidad de agredirnos y continuar ejerciendo de facto prácticas ilegítimas de administración del sindicato por parte del Consejo Directivo Nacional.
Varios delegados resultaron heridos por los golpes y uno de ellos tuvo que ser hospitalizado por heridas cortantes a causa de este hecho violento. Hacemos responsable de este triste acontecimiento, de las lesiones sufridas por los compañeros, y de los daños materiales ocasionados en el Hotel Bauen al secretario general de ATE Nacional, Hugo Godoy. Rechazamos estas prácticas, ejercidas en forma constante e ininterrumpida desde el Consejo Directivo Nacional, e instamos una vez más a dejar de lado las mezquindades y la violencia ante diferencias que debemos dirimir mediante los mecanismos democráticos previstos en el Estatuto de nuestro sindicato.


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